domingo, 3 de abril de 2011

Pienso Luego...

Pienso Luego...¿qué? Ya no se que más decir. Yo no soy Descartes y lo de la existencia como que me sabe a poco, cuando pienso en ello me sale más bien un pienso, luego me voy a tomar unas cañas. No se que más decir al respecto, para mí la existencia es evidente, al menos la mía y con eso y poco más me basta. Con respecto a lo de pensar encuentro lagunas en la teoría de René, por que ¿qué hay de los que no piensan? ¿no existen? Creo que si alguno de esos no existiera nos ahorraría unas cuantas desgracias. Bueno en rigor no se si no piensan, pero si lo hacen lo disimulan estupendamente.


Por desgracia esa parece ser la corriente dominante en el mundo actual. En realidad no se si es por pereza o por esa extraña conspiración mundial de los que algunos que se asoman con el pecho hinchado a eso del pensamiento independiente se creen victimas, pero el caso es que vamos a peor. Empezando por la discriminación (seguramente a causa de la envidia) que sufre, en mayor o menor medida, todo ser medianamente inteligente desde los 6 hasta los 18 (porque es cierto que en la universidad la cosa cambia) y acabando por el encumbramiento de la mediocridad en la clase política y en los medios y que puja ya por hacerse un hueco en nichos que hasta ahora eran parte de la mal llamada clase intelectual como la educación o el periodismo (si no que le pregunten a Larra). Y la verdad es que lo hacen bien, para cuando te quieres dar cuenta los inexistentes o instintivos (por no pensantes) han invadido tu vida hasta tal punto que para buscar a los existentes has de alzar horteradas pasadas de moda tales como El Ulises de Joyce con el fin de nos ser confundido por error o simple estadística.


Todo esto no quiere decir que la batalla esté perdida y debamos dejarnos llevar haciendo teorías sobre lo que debería ser o criticando lo que es desde el sofá (que por cierto es uno de los medios de contagio), sino que debemos luchar de manera activa con la guerra relámpago y la terapia de choque para despertar las mentes que por una u otra razón necesitan un empujoncito para arrancar a funcionar. Propongo para ello empezar con una carrerita de calentamiento (por aquello del mens sana in corpore sano que tan bien los funcionó a los antiguos griegos que en esto del pensar tenían práctica, a diferencia, parece ser, de sus descendientes más actuales) y de ahí a un cómic o un cuentito para niños, para ir de abajo a arriba. Propongo también un poquito de humor salvaje y un pelín de autocrítica y con eso un un vasito de leche antes de ir a dormir debería bastar, que no todos podemos ser Einstein.


¡Despertaos Existentes y despertar a los de vuestro alrededor y así haremos una reacción en cadena al más puro estilo Polaco! Un mundo mejor es posible.



Kepler

1 comentario:

  1. Pues he encontrado esto por casualidad y me ha gustado mucho.

    Así que, si sigues pensando (y, por supuesto, existiendo), estaré encantada de leer lo que que pienses.

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