Miro a mi alrededor y no veo nada. “Tienes un problema de vista” diréis, pero la verdad es que mi vista está estupendamente, soy uno de esos pocos (no se si debido a la tele o al ordenador, desde luego a los libros no) que todavía son aptos para la supervivencia, pero ese no es el problema, no, no está en mis ojos, puede que un poco en mi cerebro, no lo sé, pero donde desde luego ahí un problema es en el lo mirado, y no es que esté demasiado oscuro para ver. No se si es que hay demasiados árboles y por ese no alcanzo a ver el bosque pero desde luego hemos perdido el norte y no tengo ninguna brújula por aquí. Mire donde mire sólo veo hormigón, ruido y coches y por la mañana voy a la parada del autobús sin cascos porque es el único momento del día en el que se puede oír cantar a los pájaros y el arrullo del viento el los brote primaverales. Es extraño que el bullicio de la vida moderna acabe con los pequeños placeres de la misma, y es que nos cortamos el desarrollo a nosotros mismos (no se o no quiero explicarlo mejor). No se si algo de lo que escribo tiene sentido porque es lo primero que se me pasa por la cabeza y no deja de ser raro que me “queje” a través de un instrumento de esa misma vida moderna, así que a lo mejor el problema sí está en mi, o a lo mejor no es el entorno si no los entornados, y no como individuos, sino como colectivo que se corta las alas de la imaginación y la tranquilidad a sí mismos en una espiral de estrés y locura por conseguir algo que mejore sus vidas sin percatarse de que en el camino empeoran su estado de ánimo, ¿quién es el loco ahora? Y digo yo, ¿no será mejor volver a empezar y hacer las cosas con cabeza, ir paso a paso y pensar cada movimiento con calma (¿cuánto tiempo habéis tenido hoy para pensar?, pero no pensar en lo que estás haciendo sino dejar que tu mente vuele y te guíe a donde le apetezca como una especie de razonamiento onírico), evitando que tanto dichoso árbol no te deje ver el bosque e ir contemplando las cosas en conjunto y no las cosas en el conjunto?, no se si me explico. Pues eso, que miro y sigo sin ver nada, pero creo que ya sé lo que ocurre, es que no veo nada con sentido y eso nubla mi vista, es difícil de explicar, pero seguro que después de mirar un rato sin más, os dais cuenta de que a vosotros o pasa lo mismo y os entran ganas de ir al oftalmólogo.
jueves, 28 de abril de 2011
domingo, 24 de abril de 2011
¿Bachillerato de Excelencia?
domingo, 10 de abril de 2011
La bruja de Portobello
¡Así no!
Así no vamos a ninguna parte. Es milagroso que sigamos donde estamos cuando aquí nadie da pie con bola ni hace una a derechas. Hasta donde yo se el capitán de un barco es siempre una marinero con temple y experiencia, probablemente el más capaz para afrontar situaciones adversas y salir airoso, porque de él depende su tripulación. Yo veo esto como un gran barco, con la única diferencia de que nuestros capitanes y oficiales a bordo no son más que polizones de los que no se sabe ni como han conseguido colarse y a los que, pese a que desde luego no cumplen ni uno solo de los requisitos antes citados, les entregamos los mapas y el timón mientras miramos a otro lado o nos quejamos porque nos llevan derechos al iceberg al que tenemos unas estupendas vistas desde nuestro camarote.
Idolatramos y encumbramos a drogadictos, incultos, caraduras, chupa sangre, faranduleros, mentirosos, timadores, ladrones e hijos de puta varios (y estoy seguro de que a todos se nos ocurre al menos un ejemplo para cada uno de estos perfiles). Semejantes individuos rigen nuestras vidas y son modelos a imitar, y así al único sitio al que se puede llegar es a donde estamos, y parece que nuestra capacidad para empeorar es la única que, como el buen vino, mejora con el tiempo. Si queremos que la sociedad avance tenemos que ser capaces de darle la espalda a la gentuza y decirles que no los queremos aquí, que arrimen el hombro o se vayan a infectar a la gente de orto sitio.
Vivimos en un mundo en el que los profesionales de un cierto ámbito se han de plegar a las decisiones de los no profesionales que (no) valen para diseñar desde planes de estudios hasta planes de ajuste. Pongamos a un director de instituto con experiencia de ministro de educación, a un médico en sanidad y a un militar en defensa., imitemos a los que lo hacen ampliamente mejor que nosotros por mucho dinero que cueste, simplemente porque la educación, la industrialización, etc, no son gastos sino inversiones en un futuro mejor. Pensaba que todas estas cosas eran lógicas, pero se ve que las cabezas pensantes escasean y proliferan los virus mientras ya no nos extrañamos ni de que una panda de chupa sangres nos impongan medidas de ahorro mientras con la otra mano votan para volar en primera clase hasta para ir a por el pan.
El barco zozobra y podemos hacer dos cosas; arremeter contra los que hacen algo por salvarnos y decir que nosotros tenemos mejores ideas pero no las decimos para poder apuntarnos (si es que seguimos a flote) el tanto cuando nos llegue nuestro momento o arremangarnos todos la camisa, arrimar el hombro y remar para llegar a tierra lo antes posible, aunque no sea la nuestra, ya pensaremos en la nuestra propia cuando hayamos salvado el culo. Y la decisión no es de los polizones, si no nuestra, así que ha llegado el momento de cerrar la boca y ponerse a trabajar como hijos de puta, porque es lo único que nos puede salvar ahora.
Kepler
sábado, 9 de abril de 2011
¿Poligamia?
domingo, 3 de abril de 2011
Pienso Luego...
Pienso Luego...¿qué? Ya no se que más decir. Yo no soy Descartes y lo de la existencia como que me sabe a poco, cuando pienso en ello me sale más bien un pienso, luego me voy a tomar unas cañas. No se que más decir al respecto, para mí la existencia es evidente, al menos la mía y con eso y poco más me basta. Con respecto a lo de pensar encuentro lagunas en la teoría de René, por que ¿qué hay de los que no piensan? ¿no existen? Creo que si alguno de esos no existiera nos ahorraría unas cuantas desgracias. Bueno en rigor no se si no piensan, pero si lo hacen lo disimulan estupendamente.
Por desgracia esa parece ser la corriente dominante en el mundo actual. En realidad no se si es por pereza o por esa extraña conspiración mundial de los que algunos que se asoman con el pecho hinchado a eso del pensamiento independiente se creen victimas, pero el caso es que vamos a peor. Empezando por la discriminación (seguramente a causa de la envidia) que sufre, en mayor o menor medida, todo ser medianamente inteligente desde los 6 hasta los 18 (porque es cierto que en la universidad la cosa cambia) y acabando por el encumbramiento de la mediocridad en la clase política y en los medios y que puja ya por hacerse un hueco en nichos que hasta ahora eran parte de la mal llamada clase intelectual como la educación o el periodismo (si no que le pregunten a Larra). Y la verdad es que lo hacen bien, para cuando te quieres dar cuenta los inexistentes o instintivos (por no pensantes) han invadido tu vida hasta tal punto que para buscar a los existentes has de alzar horteradas pasadas de moda tales como El Ulises de Joyce con el fin de nos ser confundido por error o simple estadística.
Todo esto no quiere decir que la batalla esté perdida y debamos dejarnos llevar haciendo teorías sobre lo que debería ser o criticando lo que es desde el sofá (que por cierto es uno de los medios de contagio), sino que debemos luchar de manera activa con la guerra relámpago y la terapia de choque para despertar las mentes que por una u otra razón necesitan un empujoncito para arrancar a funcionar. Propongo para ello empezar con una carrerita de calentamiento (por aquello del mens sana in corpore sano que tan bien los funcionó a los antiguos griegos que en esto del pensar tenían práctica, a diferencia, parece ser, de sus descendientes más actuales) y de ahí a un cómic o un cuentito para niños, para ir de abajo a arriba. Propongo también un poquito de humor salvaje y un pelín de autocrítica y con eso un un vasito de leche antes de ir a dormir debería bastar, que no todos podemos ser Einstein.
¡Despertaos Existentes y despertar a los de vuestro alrededor y así haremos una reacción en cadena al más puro estilo Polaco! Un mundo mejor es posible.
Kepler